Es cierto que los avances en materia de administración están ligados al desarrollo de la industria y a las necesidades del comercio, y que ésta -la administración- ha alcanzado un carácter integral que involucra aspectos no sólo relacionados con la eficacia en las ventas sino también aquellos que están relacionados con el servicio y la atención que se debe dar al consumidor. Para que una empresa expanda sus operaciones, no sólo productivas sino también de penetración en nuevos mercados, es necesario que vaya adaptando sus estructuras a los avances metodológicos y técnicos acordes con las nuevas condiciones del mercado, sin embargo, debe mencionarse que no todas las empresas están en posibilidades económicas para modificar sus procesos administrativos internos ni su estructura organizacional. Por que la utilización de las innovaciones tecnológicas y administrativas, que facilitan la implantación de eficientes sistemas de productividad y calidad, está limitada a la capacidad económica de cada empresa y a las fuentes de financiamiento a las que puede acceder. Las que se a su vez dependen en gran medida del tamaño de la empresa y de su posición en el mercado. Por lo tanto debe resultar claro pensar que sí, como en el caso de nuestro país, cerca del 95 por ciento de los establecimientos industriales son micro, pequeñas y medianas empresas sus posibilidades económicas y financieras para realizar las transformaciones administrativas son muy reducidas. De ello se deriva que sus posibilidades para introducir los avances que les permitan replantear sus estructuras organizacionales y adquirir tecnologías innovadoras, acordes a las nuevas pautas de consumo y a las modificaciones en los precios relativos de los factores, son muy limitadas. Por otra parte, además de los problemas que este subsector de la industria enfrenta en la obtención de recursos financieros, y que van cuando pueden obtenerse, desde la realización de inumerables trámites hasta el cobro de altas tasas de interés, también ha quedado expuesto a las reestricciones que tácitamente les ha impuesto una política económica de tipo contraccionista y una apertura comercial aceleradas.
En este contexto se puede señalar que muchas de las limitaciones que enfrentan las empresas en cuanto a su adecuación a las nuevas tendencias administrativas -en las que como ya se mencionó no sólo están implícitos los aspectos relativos al desarrollo de productos y servicios integrales de alta calidad sino también lo relacionado a la necesidad de llevar al cabo proceso productivos cuyas externalidades negativas sobre el medio ambiente sean nulas o las mínimas- varían en complejidad dependiendo del tamaño y de la posición en el mercado de las mismas.
En una situación diferente, a la descrita en el párrafo anterior, se encuentran los grandes conglomerados industriales. Este es un reducido grupo de empresas que, generalmente se ubican dentro de estructuras de mercado oligopólicas y forman parte de grandes grupos financiero-industriales, presentan estructuras funcionales perfectamente establecidas, donde las estrategias finaciero-comerciales y el uso de métodos administrativos innovadores les permiten la rápida adaptación a los cambios que el mercado y los consumidores experimentan. Aunque incurren en costos muy altos enfrentan menores problemas financieros, tienen acceso a tecnologías avanzadas y, en general, poseen estructuras administrativas, productivas y distributivas eficientes.
Por otra parte, como ya se mencionó existe un amplio grupo de empresas de menor tamaño, en las que el uso de técnicas y procesos administrativos pasa casi desapercibido. Como en la mayoría de los casos se trata unidades productivas muy pequeñas sus métodos y prácticas administrativas, en los casos en los realmente se aplican, se caracterizan por la falta de:
a) planes y objetivos específicos relacionados con el desarrollo de procesos productivos alternativos e innovadores
b) métodos de evaluación y control financiero
c) políticas de reducción de costos. Las que en el caso de existir no están relacionados con el incremento de la productividad sino con la adquisición de materias primas más baratas. Lo que demerita la calidad de los productos.
d) estrategias de formación y capacitación de personal
e) manejo y control de inventarios, tanto de materias primas como de mercancías.
f) conocimiento sobre el manejo de los recursos financieros, procedimientos para la elaboración y el control de la contabilidad de costos y de los estados financieros, así como también de las posibles alternativas de financiamiento e inversión.
g) estrategias de comercialización y mercadeo.
En estas condiciones es evidente que el "nuevo enfoque administrativo" en el que el desarrollo tecnológico, el fomento al desarrollo en innovaciones en ingeniería de productos y la formación de recursos humanos, con programas específicos de capacitación de la mano de obra, el control sobre los mecanismos de comercialización y distribución, en un contexto en el que se busca además de la permanencia en el mercado de las empresas el equilibrio ecológico, sólo esta siendo desarrollado por las empresa ya consolidadas en el mercado. En tanto que para la mayoría de las empresas micro, pequeñas y medianas el uso de técnicas y nuevos métodos administrativos está pasando casi desapercibido. Esto implica que los conceptos como productividad, calidad y competitividad, que están necesariamente ligados a las modernas prácticas administrativas, ocupen un lugar secundario en la gran mayoría de las empresas mexicanas.
Conclusiones
La evolución en los procedimientos y en los métodos administrativos ha sido el resultado de la búsqueda de formas de organización más eficientes para la realización de las actividades humanas. Las que a su vez han evolucionado a la par de los cambios sociales, económicos, productivos y del mercado.
Aunque en el mundo occidental las prácticas administrativas empezaron a desarrollarse en las instituciones religiosas y gubernamentales, es hasta que las necesidades productivas hicieron necesarios métodos y procedimientos para el control tanto de la mano de obra como del proceso productivo cuando empieza a conformarse el campo de conocimiento específico de la administración. A partir de ese momento muchos de los nuevos avances relacionados con las mejoras productivas han estado vinculadas a los nuevos desarrollos administrativos. Hasta hace muy poco tiempo la práctica administrativa dentro de las empresas estaba únicamente encaminada a la obtención de máximos beneficios, independientemente de las condiciones en que ello se lograra. Pero en la actualidad las nuevas prácticas y métodos administrativos están marcados por una visión integral de la empresa y su entorno. Así se han creado modelos administrativos empresariales que permitan: generar un amplio sentido de cooperación entre todos los trabajadores, independientemente de su nivel y puesto; incrementar los niveles de productividad a partir del fomento a la capacitación y el adiestramiento; ofrecer productos y servicios integrales a los clientes e incluir dentro de la "responsabilidades sociales de las empresa" la conservación del medio ambiente.
Sin embargo, aunque cada día se incrementa el número de empresas que ponen en práctica estrategias administrativas que involucran los aspectos anteriormente comentados existe un gran sector de la industria nacional conformado por las medianas, pequeñas y microempresas, en el que la instrumentación de esas prácticas administrativas innovadoras, resulta casi imposible. Ello debido principalmente a las limitantes económicas que enfrentan.
Por lo tanto, se puede conlcuir que si bien es cierto que un mayor desarrollo social, comercial e industrial siempre se acompaña de mejores métodos y prácticas administrativas, su implementación en las empresas está limitada a la capacidad financiera de las mismas.